La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una emergencia de salud pública generalizada en la Región Europea de la OMS, que afecta a casi una de cada tres mujeres a lo largo de su vida. Este informe presenta estimaciones actualizadas de prevalencia y un análisis exhaustivo de 241 políticas nacionales en 53 países, revelando deficiencias críticas en las respuestas del sector sanitario.
Aunque el 87% de los países cuenta con estrategias multisectoriales, menos de la mitad integran la violencia contra las mujeres en las políticas de salud o las guías clínicas. Los servicios esenciales centrados en las sobrevivientes —como la anticoncepción de emergencia, el aborto seguro, la profilaxis del VIH, la atención a la salud mental y las derivaciones— están insuficientemente incluidos en las políticas.
Los requisitos de notificación obligatoria para profesionales de la salud en contra de los deseos de las sobrevivientes adultas, presentes en el 32% de los países, ponen en riesgo la autonomía de las sobrevivientes y su acceso a la atención.
De manera alentadora, el 75% de los países se compromete a capacitar al personal sanitario, y el 68% incluye apoyo inicial para las sobrevivientes. El informe hace un llamado urgente a fortalecer los sistemas de salud para ofrecer una atención compasiva, confidencial e integral alineada con las recomendaciones de la OMS y las normas de derechos humanos, enfatizando la dignidad y el empoderamiento de las sobrevivientes en un enfoque multisectorial para poner fin a la violencia contra las mujeres.